Nació en la hacienda de Piedras Negras, Tlaxcala, el 23 de abril de 1927. Rodeado por el ambiente del campo, el Ranchero desarrolló una fuerte atracción por la fiesta brava. Se inició como novillero en Tehuacán, Puebla, cortando oreja desde ese primer momento. Toda su carrera está llena de premios y trofeos como corresponde a uno de los grandes del festejo taurino. Con mucho éxito hizo su presentación en la Plaza México de la ciudad capital, lidiando toros de La Laguna. Lidió en la plaza de toros Las Ventas de Madrid, España, y en las fiestas de San Fermín, de la ciudad de Pamplona, también en España, se llevó la tarde cortando dos orejas. Recibió los máximos premios de la fiesta taurina, los premios a la Mejor Faena, La Tarde Más completa, La Mejor Estocada, y El único Triunfador de la Temporada. Otros premios de los muchos que ganó fueron: La Oreja de Oro, en Tijuana y en Yucatán; la Tuna de Oro y el Sol de Oro, en San Luis Potosí, y en Tlaxcala el Premio para el Triunfador.
Su arrojo y gallardía lo convirtieron en leyenda, dejando muy en alto su nombre de tlaxcalteca en los países en que toreó: Portugal, Colombia, Venezuela, España, Ecuador y Guatemala.
En su honor la plaza de toros de la ciudad de Tlaxcala lleva su nombre y su estampa se admira en fotografías que guardan los aficionados de todos los rincones del estado. El 6 de noviembre de 1966, muchos admiradores y amigos se reunieron en la ciudad de Tlaxcala para gozar su última faena profesional. Con gran valor y gracia, realizó un espectáculo verdaderamente artístico. Fue el Picapleitos, toro de gran alzada, fiero y de temeraria cornamenta que él escogió para esta ocasión, y ahí por su extraordinaria carrera, recibió el matador El Estoque de Oro, dejando en los ruedos una estela de elegancia, de arte puro y de entrega.
Teniendo 54 años, Jorge participó en una fiesta brava que se celebraba en la ganadería de Coaxamalucan, cuando, de pronto, para sorpresa de todos, el hombre cayó pesadamente. Los presentes se preguntaron qué le había ocurrido. Entre las emociones del momento, un infarto segó la vida de la estrella de las plazas. Fue el 27 de enero de 1981, el día que se llevó al valeroso matador.
Nació en Piedras Negras, Tlaxcala, el 13 de diciembre de 1944. Estudió la primaria y secundaria en Apizaco. En Tlaxcala han sobresalido algunos deportistas que le han dado renombre al estado. Entre los más destacados se encuentra Lucía Quiroz quien desde pequeña mostró agilidad en los deportes.
Al terminar la secundaria y con gran entusiasmo se fue a la ciudad de México para continuar su preparación en el deporte. Se inscribió en la Escuela Nacional de Educación Física. Durante su preparación educativa participó en varias competencias nacionales e internacionales, consiguiendo lugares importantes como los siguientes: en el carnaval atlético Rigoberto Pérez,, ganó el primer lugar en salto de altura a nivel nacional. En 1966 ganó el primer lugar en 800 metros planos, este evento nacional se realizó en Jalapa, Veracruz. Un año después participó en los Juegos Deportivos Panamericanos en Canadá, quedando en octavo lugar.
Es importante resaltar que Lucía Quiroz, no sólo se dedicaba al deporte. Ella trabajaba como profesora de educación física en una secundaria de la ciudad de México. En 1969, fue declarada la mejor atleta en el XXI Memorial Barrientos, celebrado en La Habana, Cuba, por lograr varios primeros lugares en dicho evento.
El resultado de las competencias en las que participó fue producto de la preparación tan rigurosa a la que se sometió por medio de cursos en México y en el extranjero, algunos de ellos son los siguientes: Curso nacional para entrenadores de atletismo del Comité Olímpico Mexicano. Curso de alto nivel de atletismo en el Distrito Federal. Curso de superación profesional por la dirección Federal de Educación Física en el Valle de México. En Estados Unidos tomó un curso de atletismo avanzando, prevención y tratamiento de lesiones. Entre 1975 y 1989 fue entrenadora de atletismo en la Universidad Nacional Autónoma de México y jefe del Departamento de Atletismo en la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas. Este tipo de actividad la mantenía muy ágil, seguía siendo una gacela en las competencias. En los XI Juegos Centroamericanos realizados en Panamá, en donde logró el segundo y tercer lugar en 400 y 800 metros planos, en el año de 1970. En ese mismo año fue campeona nacional en tres competencias de atletismo en Oaxtepec, estado de Morelos. Continuó como campeona en 1971, conquistó los primeros lugares en atletismo, en campo traviesa y en 400 y 800 metros planos, en los distintos lugares en donde se realizaron las competencias: México, Alemania, Estados Unidos, Jamaica. En Jamaica, en el III Campeonato Centroamericano y del Caribe, implantó un nuevo récord en los 1 500 metros planos.
Nació en la población de Santiago Tetla un 15 de octubre de 1890. Realizó sus estudios superiores en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Puebla donde finalmente sustentó brillante examen profesional los días 18 y 22 de marzo del año de 1928 para que, posteriormente en 1929, recibiera su título correspondiente firmado por el ciudadano Leonides Andrew Almazan, entonce Gobernador Constitucional del Estado de Puebla.
En el ejercicio de su profesión trabajó en el Hospital Militar de Toluca, estado de México y en el Ferrocarril Mexicano de la vecina Angelopolis, donde por sus méritos y responsabilidades pronto fue nombrada jefa de enfermeras.
Posteriormente en 1930 y después de haber promovido las gestiones necesarias para retornar al estado de Tlaxcala, su petición le fue concedida con el honroso nombramiento de primera enfermera y partera titulada para trabajar en la primera unidad de Salubridad y Asistencia, que se ubicó en la Casa de Piedra de nuestra ciudad capital.
En 1936, cuando animados por la inquietud de hacer respetar los derechos laborales que les asistían, Teresita Aguilar Hernández, José Flores Espino y don Ramón Flavio Mora Cutre y otras personas más, decidieron fundar en nuestra entidad la sección local del Sindicato de Trabajadores de Salud y Asistencia, no obstante que el entonces Jefe de Salubridad en Tlaxcala de declaró enemigo acérrimo de esta naciente agrupación; de tal forma que como evidente represalia y castigo, dictó severas órdenes para que particularmente nuestra biografiada, fuera enviada a fundar y atender las unidades de salud tanto en Calpulalpan como en Tlaxco en 1938, aún a riesgo permanente de perder la vida, pues en la última población que se cita, todo trabajador de gobierno que fuera comisionado a cumplir alguna actividad, de hecho se encontraba amenazado de muerte en forma permanente. Por lo que se refiere a su activa participación y promotora en la Revolución Mexicana de 1910, debemos agregar que en sus inicios junto con otras compañeras, c onoció a Carmen Serdán y simpatizó con la causa armada y aún también en riesgo de perder la vida repartió propaganda a favor de este movimiento social, escondiendo los volantes en una canasta de maíz que solía llevar consigo, ya durante el desarrollo del suceso revolucionario, también se distinguió por atender a cientos de heridos colaborando con la Cruz Roja angelopolitana.
Así, Teresita Aguilar Hernández habiendo radicado por espacio de muchos años, en una antigua casona hoy ya derruida sobre la calle Independencia no. 15 de nuestra ciudad capital, precisamente frente a la Plaza de Toros "Jorge el Ranchero Aguilar", siempre se distinguió entre los tlaxcaltecas por su elevado espíritu de generosidad y servicio, de tal forma que después de renunciar por motivos de salud, como enfermera de Salubridad y Asistencia en 1947, para el año de 1950, volvió a retornar a sus labores como partera en el Hospital General de Tlaxcala y posteriormente en el Hospital de Maternidad de Apizaco. Su renuncia definitiva se presentó en 1955, pero aún así continuó dedicándose a su profesión de partera particular, hasta su lamentable muerte, acaecida el 24 de febrero de 1975, a la edad de 85 años, encontrándose inhumados sus restos en el cementerio municipal "El Carmen" de la ciudad de Chiautempan.